capitulo 23

-Ahh....por pocas más y me dejas sorda- diciendo por lo bajini
-¿Perdona?-con una sonrisa en la cara
-Ups..¿me has oido?
-Jajajaja es lo que tiene ser un hombre lobo, que tienes los sentidos desarrollados y sobre todo el oido- soltando una risotada- no te preocupes, es lo que tiene ser el macho alfa
-¿Perdón?, ay dios, no me digas que todo esto va de machos alfas y vais meando todo para marcar vuestro territorio- haciendo una mueca de desagrado
- Ten un poco más de respeto a tu protector y jefe, a partir de ahora seré tu entrenador y tendrás que tenerme más respeto jovencita, sino te irá todo muy mal en la casa
-Si ``su alteza´´-imitando una reverencia y saliendo por la puerta
-Espera- quedándome entre la puerta y el pasillo- luego saldrás de ronda tu sola, ten cuidado y me presentarás un informe ¿entendido?-asentí con la cabeza- bien, puedes marcharte.

-¡Elionela!-gritando a pleno pulmón, a saber donde esta...
-¡¡Que!!-respondiéndome a gritos desde algún lugar de la casa
-¡Algún consejo para patrullar la ciudad y a esos cabrones!!
-¡Si!¡patéales el culo y si ves que no puedes con alguno de ellos lánzate al agua y refúgiate donde puedas!¡y para la próxima no me llames a gritos que esto 8 habitaciones separadas de ti!
-Vale...que par de locos que hay en esta casa, espero que el vivir en esta casa, sea pasajero...
Cogí unas botas negras que había en mi armario, un cinturón con una cuerda y unas cuantas dagas, antes de salí cogí la chaquetas de mi escritorio donde estaban varios planos de la casa de los cazadores y la ciudad.
Bajé al piso de abajo y en la puerta me encontré a Elionela con ´´mi jefe´´, eran más dolorosos que un grano en el culo...

-Que tengas una buena expedición esta noche, cuando salgas de la casa ve a la parte de atrás allí habrá un muro que comunica por una rendija con el muelle y cerca de la casa de los cazadores, a una última cosa, toma esta pulsera es un regalo espero que te guste.